Fulgencio de Ruspe. San
            [925] (468-533)

 
   
 

      Nació en Telepte, Numidia, en el Norte de Africa hacia el 468. Hizo estudio de Retórica y Derecho y llegó a procurador de la ciudad. Una página de San Agus­tín le impresionó tanto que renunció a su cargo y abrazó la vida monástica organizando un monasterio del que fue elegido Abad.
    Las enseñanzas y difusión creciente de las doctrinas arrianas le movieron a dejar la soledad y se dirigió a Sicilia para luchar contra sus enseñanzas heréticas. El Obispo de Siracusa le puso al corriente de los daños que causaba también el monofisis­mo en Egipto.
    Hizo una visita a Roma y regresó a su patria. Entonces fundó otro monasterio y se ordenó sacerdote el 508. Pronto fue elegido Obispo de Ruspe o Raspe, pe­queña ciu­dad en la costa.
    Al llegar los vándalos, tuvo que huir y llegó a Cerdeña, donde vino a ser el alma y animador de los fugitivos. El rey vándalo lo llamó a Carta­go por la fama que había dejado y le pidió ayuda para clarificar la doctrina ante los arrianos. Apreciado al principio, los herejes lograron con sus argumentos que fuera desterrado de nuevo a Cerde­ña.
     Al subir al trono el rey Hilderico, los obis­pos pudieron regre­sar a sus diócesis en el 523. Entonces pudo ejercer su ministerio con celo durante los años restantes hasta su muerte el 1 de Enero del 533. Escribió diversas obras, entre las que resalta "Sobre la fe".